Ya no hay impulso real por sacar adelante las reformas enviadas el 5 de febrero por el presidente, reconoce el coordinador de la diputación panista y líder de la Jucopo, Jorge Romero. Y aunque la oposición empuja que al menos se vote la reducción de la jornada laboral, Morena sigue resistiéndose

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En apenas un mes y unos días, el ánimo reformador del presidente Andrés Manuel López Obrador y de los opositores en el Congreso de la Unión parece haberse enfriado.

Y es que tanto el paquete de 20 iniciativas enviadas el pasado 5 de febrero por el Poder Ejecutivo como las “prioritarias” que sumaron los grupos parlamentarios han perdido gas con el paso de los días, pese a que en un inicio parecía que dominarían la agenda nacional incluso en medio de las campañas presidenciales.

La creciente falta de interés por las reformas constitucionales, que incluyen desde la transformación del Poder Judicial hasta la desaparición de los organos autónomos, fue revelada por el propio presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Jorge Romero.

“No vemos, no se antoja que haya ningún impulso real para sacar estas iniciativas. Como por ahí se ha dicho, a lo mejor fue una llamarada de petate. Estamos listos nosotros para el debate, pero sentimos que no es un tema que siga realmente en el ambiente”, declaró Romero en la conferencia de prensa del miércoles, hablando en su calidad de coordinador de la fracción parlamentaria panista en San Lázaro.

El legislador se refirió así a la evaluación que se hizo dentro de la propia Jucopo sobre los foros de Diálogo Nacional de las reformas por la libertad, el bienestar la justicia y la democracia, que se llevan a cabo desde el 21 de febrero y que está previsto que concluyan el 15 de abril.

El enfriamiento del ánimo reformador quedó de manifiesto un día después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador planteara en su conferencia mañanera a que las reformas se discutan después de las elecciones, al alegar que “abundan los ofrecimientos demagógicos”.

“Eran quienes estaban en contra de las pensiones y ahora resulta que quieren las pensiones; pero no sólo eso, sino que quieren que se entreguen las pensiones desde los 60 años. Pura demagogia”, dijo el mandatario el martes.

Una pausa en los debates

El líder de los diputados panistas propuso a la mayoría de la Cuarta Transformación una pausa en los foros con el fin de que se avance en aquellas iniciativas en las que hay consenso, como la de disminuir la edad para recibir la pensión de adultos mayores.

“¿Quieren que avancemos? Entonces que haya una pausa a estos foros y que dictaminemos. Vamos a poder dictaminar en lo que haya un acuerdo, en lo que no, insisto, si ellos quieren darle prioridad a lo que saben que no va a ser, para mí es la demagogia por parte de ellos”.

Remarcó que las reformas pendientes no son sólo las veinte de López Obrador, sino las otras 20 propuestas por la oposición, cuya aprobación se antoja difícil antes de que concluya el actual periodo ordinario el 30 de abril.

“Si se habrán de ir al congelador una reforma para militarizar la Guardia Nacional, nosotros más que felices. Si se va a ir al congelador una reforma para electoralizar los cargos del Poder Judicial, nosotros más que felices. Si se va a enviar a la congeladora la destrucción del INAI, nosotros felices. O si pretenden subirlas el día de mañana, las vamos a votar en contra y no van a pasar, y nosotros felices”, dijo.

Reducción de la jornada laboral

Un tema en el que Romero considera que está el mundo al revés es el de la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas, originalmente propuesto por una diputada que pertenecía a Morena y recientemente anunció su salida del grupo parlamentario.

Y es que es la oposición la que empuja que se apruebe el dictamen, enfrentando la resistencia de la mayoría morenista.

Por lo pronto, el panista anunció que la Jucopo votará el martes de la próxima semana si el dictamen que reduce la jornada laboral a 40 horas sube al Pleno de la Cámara de Diputados o no. En ese contexto aseguró que PRI, PAN, PRD y MC votarán a favor de que el dictamen se suba al Pleno.

En entrevista por separado, el coordinador priista Rubén Moreira respaldó esa posición, al considerar que la semana laboral de 40 horas ya se vote pues, consideró, “se está amorcillando”.

Sin embargo, el diputado morenista Leonel Godoy de plano aseguró que no está prevista la discusión de ese dictamen, al señalar que “tiene dificultades” y que se esperará a que se debata en los foros de diálogo nacional.